El rincón del talibán. La misma sensación

Muchos opinan que jugando así se puede perder, que no duele tanto la derrota. Yo no pienso así, para mi una derrota siempre es una derrota se juegue como los ángeles, como hoy o rematadamente mal.
Se notaba en el ambiente que el Sevilla que se presentaba en el Bernabeu no es el equipo que saltaba el césped a esperar que no les marcasen muchos. La bronca al equipo en el calentamiento así lo demostraba, se sabe que este equipo le puede formar el lío y a punto ha estado ya que a falta de 30 minutos el equipo ganaba por 0-2 tras una primera mitad en la que el Madrid se ha limitado a correr detrás el balón durante gran parte de ella.
Primera mitad de guante blanco en la que el Sevilla ha terminado con tres tarjetas amarillas en otra noche para enmarcar de Iturralde. Ese señor que nos tiene entre ceja y ceja y que lo demuestra cada vez que nos toca sufrirlo. La doble vara de medir es escandalosa y jugadas exactas en uno u otro equipo terminaban en tarjeta para los nuestros y en simple falta para los otros. La camiseta blanca del equipo de la capital pesa mucho.
Con esto no quiero decir que el resultado lo considere justo o no, creo que el Madrid ha empujado mucho y ha peleado por conseguir la victoria en buena lid, pero existen condicionantes que quizás hubiesen podido cambiar el rumbo del encuentro o no, como la jugada del gol del empate madrileño tras un inexistente corner.
Para rematar el trabajo señaló 4 minutos de descuento en la segunda mitad que no se llegaron a jugar tras el gol del Madrid a pesar de la consiguiente perdida de tiempo en la celebración. No me hubiese extrañado nada llegar a los 5 minutos en caso de que ese gol no hubiese llegado.
Mucha parte de culpa la tienen nuestros dirigentes que apoyan año tras año la gestión de un Villar que barre cada vez que puede para los grandes.
De todos modos esto ya es estéril y lo único que queda es el resultado, se juegue como se juegue y juegue quien juegue, y el resultado indica un 3-2 que hace que nos volvamos de vacio de la capital de España.
Además nos traemos a Konko lesionado (otra vez) con una elongación en el aductor (otra vez).
Sobre los cambios realizados me parecen que se realizaron bien y en el momento correcto ya que tanto Kanouté como Duscher cambiaron la dinámica del encuentro, uno con sus increíbles controles y aguante de balón, y el otro cortando la sangría que se estaba produciendo en el centro del campo.
Ahora toca pensar en el Deportivo, otro partido importante para nuestro objetivo que sigue vivo a día de hoy.