Increíble, emocionante, histórico, apoteósico, intenso, soberbio, magistral… Sobran los calificativos para un equipo que este año ha ganado absolutamente todos los títulos a los que optaba. Un equipo que sin duda entra en la historia de este deporte por la puerta grande... El mejor Barça de todos los tiempos, y me atrevería a decir que entre los 3 mejores equipos de la historia del fútbol. Esta noche, como siempre, me siento orgullosos de ser culé.Por fin llegó el gran día, el día en que el Barça podía poner la guinda a una magnífica temporada. Era eso, o guinda, o un borrón al fenomenal año futbolístico. Había una red que pararía una posible caída, que eran los dos títulos ya obtenidos. Si el Barça perdía, dolería y mucho, pero teníamos “buenas medicinas” para combatir el dolor: Copa y Liga. Pero no hizo falta esa red, los hombres del genio Pep saltaron con todas las ganas posibles al campo, dispuestos a darlo todo, como dijo Eto’o días antes, que si tenía que correr 80 km los iba a correr. Para el partido más importante del año los azulgrana contaban con las bajas de Alves, Abidal y Márquez. Unas bajas muy importantes para la defensa. Pero Guardiola supo recomponer al equipo, y puso el 11 más competitivo que creyó oportuno. Y ese 11 pasará a la historia, con Valdés en portería, Puyol, Piqué, Touré y Sylvinho en defensa; Busquets, Xavi e Iniesta formando el centro del campo; y Messi, Henry y Eto’o en la delantera.
Tras una ceremonia inaugural muy vistosa y entretenida, el colegiado Massimo Busacca señaló el comienzo de la gran final, con el Barça poniendo el esférico en juego. A penas unos segundos después, la pelota ya estaba en pies del United… Mal comienzo sin duda alguna, si conseguían quitarnos el balón desde tan pronto, el partido podía ser muy pero que muy difícil y sufrido. Los primeros minutos me recordaron a la final de Copa: un Barça algo desubicado, quizá algo nervioso, o con la presión de lo que podía conseguir. Tanto es así, que los dos minutos, Cristiano Ronaldo estuvo a punto de cambiar la historia de la noche, con un buen lanzamiento de falta directa que Valdés detuvo con apuros, dejando la pelota muerta a los pies de Park, y que de no ser por un inconmensurable Pique hubiese supuesto el 0-1.
Los siguientes minutos también fueron peligrosos, con dos acciones del astro Ronaldo, más concretamente dos lanzamientos lejanos que no encontraron puerta. La cosa se ponía peligrosa, el partido tenía más color blanco (el color del United esta noche) que blaugrana… Pero el asunto no pasó de ahí, y cuando el Barça encontró el enchufe para conectar la máquina de hacer buen fútbol, la final se fue clarificando, y las puertas del Olimpo se empezaron a abrir para recibir a este equipo de leyenda. Iniesta cogió el balón en el medio campo, lo condujo cómo solo él y los más grandes saben, lo aguanto en sus botas, y cuando vio al León Indomable Samuel Eto’o internarse en el área, le asistió. Eto’o, ya con el balón en sus pies, pensó: voy a tirar de primeras con la derecha… Bueno, mejor voy a hacer un recorte a Ferdinand (al qué dejó sentado), y ahora… remató de puntera… ¡¡¡Y golazo!!! El camerunés, que venía de ver como el Pichichi y la Bota de Oro se le complicaba, adelantaba al Barça en la final de las finales, como ya hiciera hace tres años, anotando en el mejor momento y enseñando el camino a seguir. Era la primera llegada a puerta, era el primer gol.
Con el Barça por delante, el partido fue otra historia, Los de Pep ya sí que parecía ese equipo que han sido todo el año, controlando los tiempos del partido, tocando de aquí a allá, llevando el ritmo, y haciendo moverse a los Diablos Rojos. Aun así, los de Ferguson son mucho equipo, y no se daban por vencidos ni mucho menos. Ronaldo volvió a intentarlo en otro par de ocasiones, pero sin duda alguna esta no era su noche, ni la de su equipo. Por su parte el Barça, entre toque y toque, iba buscando un segundo gol que les diese esa tranquilidad. Lo intento Messi, chutando por encima del travesaño de la portería de Van der Sar. Lo intentó Xavi, con un lanzamiento de falta que rozo la escuadra… Pero el gol de la tranquilidad no llegaba.
Busacca señaló el camino a vestuarios. Seguro que Pep y Sir Alex arengaron a los suyos, con algún tipo de frase haciéndoles ver que podían entrar en la historia del fútbol, unos con su segunda Champions consecutiva, otros con el ansiado y perseguido trébol por más de un club. Tras los 15 minutos de descanso, la final volvió a ponerse en marcha, con un United que renunciaba al medio campo, ya que Ferguson sustituyó a Anderson por el Apache Tévez. Lejos de inquietar a los catalanes, pareció beneficiarles, puesto que los primeros minutos de la segunda parte fueron totalmente para el equipo de Pep. Y el gol no llegó de puro milagro. Primero por medio de Henry, que emulando al mejor Henry del Arsenal, cabalgó por la banda, recorto al defensa, y chutó a puerta, encontrándose con un buen Van der Sar. Y más tarde fue Xavi, quien tras un lanzamiento de falta, estrelló el balón en el poste.
Pero el gol de la tranquilidad tenía que llegar. Dicen que las grandes finales son para los grandes jugadores, ahora entiendo porque Messi fue quién hizo el segundo. Era el minuto 69, Berbatov había entrado hacia nada por Park, y el Manchester veía como se le escapa su segundo entorchado consecutivo. Entonces un genial Xavi puso un centro de lujo a Messi. El argentino pareció saltar antes de tiempo, pero rectifico en el aire, y volando, emulando a Michael Jordan, conecto un cabezazo que batió a Edwin, que no pudo hacer otra cosa que contemplar como el balón tocaba la red. Este gol fue la puntilla para el United, que ya sí que si vio perdida la final, y decidió mostrar su peor cara, con un Ronaldo algo desquiciado buscando las cosquillas a Puyol, que supo no entrar en su juego, y con una entrada espeluznante de Scholes a Busquets que por poco no le cuesta la pierna al canterano. De hecho yo, en directo, pensé que le había roto la rodilla. Afortunadamente quedó en un susto. El Barça siguió a lo suyo, que no era otra cosa que jugar al fútbol, y entre oles del público la final fue agonizando, hasta que el árbitro señaló el final del encuentro, y todos los culés estallamos de júbilo.
El tercer título continental, el tercer título del año. Un equipo que venía de desprenderse de jugadores clave en años anteriores como Deco o Ronnie, un club cuyo presidente estuvo a punto de caer en una moción de censura, un conjunto que era dirigido por un novato que venía de Tercera, un 11 titular que prácticamente era el mismo que el que fracaso el año pasado… Un equipazo. Un año estas en el cieno, revolcado, viendo un futuro bastante negro…y tan solo un año después eres uno de los mejores equipos de TODA la historia del fútbol. Esto, amigos, es el fútbol, y no me cansaré de decirlo. Siempre, al terminar una crónica, os decía algo así como: ahora toca pensar en el siguiente partido, un partido importante para seguir lideres…para seguir vivos en Europa…para poder seguir optando a la Copa… Ahora ya no quedan títulos en juego, ya tenemos los tres en nuestras vitrinas. Ahora toca sin duda empezar a trabajar en el año que viene. Ver que jugadores va a seguir, quienes deben abandonar la disciplina azulgrana, y buscar a los mejores para suplirles y ampliar la plantilla. Que los éxitos no nos cieguen, hay que saber visionar los errores que tiene este equipo, e intentar eliminarlos. Si el cuerpo técnico sabe hacer esto, el equipo del año que viene será un autentico lujo. Un equipo que puede marcar una época, que de hecho, ha comenzado a marcarla desde esta noche del 27 de Mayo del 2009. La temporada que viene se exigirá de nuevo los 3 títulos a este equipo, pero esto es algo muy pero que muy difícil.
Esta tarde, en la previa del partido, veía un reportaje sobre la primera final de Copa de Europa que disputo el Barça, allá por el año 61. El Barça se media el todopoderoso Benfica, que un año después derroto también en la final al Real Madrid que ya tenía sus 5 primeras Copas. Aquella final la perdió el Barça 3-2, tras estrellar 5 balones en los postes. Siendo muy superiores a los lusos, pero cayendo y quedándose sin la Primera que llegaría 31 años después. En aquella final, Ramallets, uno de los mejores porteros españoles de todos los tiempos, encajo un gol de los que hoy en día consideramos “goles bobos”. Un balón bombeado de su propia defensa, que no pudo atajar porque el sol le cegó. Quizás ese gol privó al Barça del título, quizás no. Pero el cancerbero, de más de 80 años en la actualidad, ha salido comentando en el reportaje que “daría años de mi vida por no haber encajado aquel gol” y haber ganado la Copa de Europa. Y la verdad que me emocionaba ver a una persona mayor como él, diciendo eso, y con el sentimiento que lo decía. Sin duda alguna, un gran sentimiento por unos colores.
Yo, esta noche, puedo decir, como Ramallets, que daría años de mi vida por volver a ver una temporada culé como la que hemos tenido el placer de vivir este año. Esta noche, como todas las noches desde que soy seguidor de este deporte, me siento muy orgulloso de sentir los colores que siento. Esta noche pues decir que ahora más que nunca, el Barça es mès que un club. Esta noche, puedo, debo, y quiero decir: ¡¡¡¡¡VISCA BARÇA!!!!!
Ficha técnica:
FC Barcelona: Valdés; Puyol, Touré Yayá, Piqué, Sylvinho, Busquets, Xavi, Iniesta (Pedro, m.92), Messi, Eto'o y Henry (Keita, m.71).
Manchester United: Van der Sar; O'Shea, Ferdinand, Vidic, Evra, Carrick, Anderson (Tévez, m.46), Giggs (Scholes, m.75), Park (Berbatov, m.66), Rooney y Cristiano Ronaldo.
Goles: 1-0, m.10: Eto'o. 2-0, m. 70: Messi.
Árbitro: Massimo Busacca (SUI). Mostró cartulinas amarillas a Piqué (m.16), Cristiano Ronaldo (m.78), Scholes (m.80) y Vidic (m.90+3).
Incidencias: Asistieron al encuentro unos 72.000 espectadores, en la final de la Liga de Campeones de la temporada 2008-2009 disputada en el Estadio Olímpico de Roma.
En el palco presidencial, el Rey de España, Juan Carlos I, encabezó la representación de autoridades junto con el Príncipe Guillermo de Inglaterra y el presidente del Consejo de Ministros italiano, Silvio Berlusconi. También estaban presentes el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Josep Montilla, además de los alcaldes de Barcelona y Roma, Jordi Hereu y Gianni Alemanno, respectivamente, entre otras personalidades.
