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El equipo blanco, tras la derrota en el Camp Nou, firmó con el diablo un pacto prohibido, a cambio de sus almas mortales. Así comenzaron a llegar las victorias y así llegó su hijo pródigo, Juande Ramos. Juegan mal, pero ganan. Y es que la fuerza del lado oscuro está con ellos. Pepe intentó rebelarse, pero el exorcismo no funcionó y contra el Getafe, el Maligno se ensañó con él y de paso con Casquero, tan brutal es su poder.
Los ángeles blaugrana llegan con ganas de sentenciar la liga y callar de una vez por todas a los emisarios de Lucifer. Hartos de canguelos y Villaratos, nuestros arcángeles tienen la intención de apagar las llamas de la caldera demoniaca a base de goles y fútbol. Solo así los que habitan en el camino del purgatorio, verán al fin la luz. Las tentaciones Marquenses no funcionarán con Nosotros, pues somos la claridad y la iluminación.
No tenemos miedo del espiritú burlón, ni del 7 y mucho menos de Don Cristal. Si acaso, del que tiene la báscula en la mano y la venda en los ojos, que suele descomponerse en ambientes caldeados y capitalinos.
Nuestros enviados rociarán una y otra vez con driblings y paredes benditas el yermo césped, hasta acabar con Vuestra resistencia. Los insultos, escupitajos y patadas no nos harán desfallecer, pues sabemos que no sois Vosotros quienes actuais, sino la Bestia que os posee.
Pero no os preocupeis, el sufrimiento está a punto de acabar.
Con la derrota, vereis la luz. Una luz cálida, azul y grana. Entonces y solo entonces tendreis la paz.