Pensando más en los festejos y en Roma, el Barça se relajó ante un Osasuna que arañó los puntos que le darán aire hasta el último suspiro de esta Liga tan blaugrana. Fue el preludio de una fiesta para casi todos en la que había cierto aguafiestas vestido de amarillo que se coló sin invitación.El día en el que el Barça estrenaba la camiseta de la próxima temporada, la relajación barcelonista se encaraba a la presión rojilla (hoy blanquilla) en los primeros instantes de un partido de trámite para los locales y de tensión para los visitantes. De hecho, el primer aviso lo dio el canario Pedro con un disparo cruzado que salió a la derecha de Ricardo. Tampoco Bojan tuvo fortuna en el minuto 7, en otro chut mal dirigido.
No había puntería ni tampoco ocasiones protagonizadas por quien más lo necesitaba. Samuel Eto'o no recibía balones ni tampoco acertaba a encontrarlos. Lo mismo le pasaba a los osasunistas. Masoud Shojaei, uno de los descubrimientos iraníes del conjunto iruñés, recibió un balón en el área de Pinto pero se durmió en los laureles poco antes del disparo de Bojan antes reseñado.
El control del balón era del Barça pero la intensidad iba bajando a medida que avanzaban los minutos. Sobró algún detalle, como un innecesario codazo de Masoud a Gudjohnsen que partió el labio del barcelonista. Trabajo para los médicos y los puntos más dolorosos del partido para el islandés.
El partido discurría con tranquilidad hasta que llegó el minuto 25 y Osasuna forzó el primer córner a su favor. Fue el mejor argumento que necesitaba Walter Pandiani para demostrar que estaba en el partido. Hasta entonces, ni se le veía ni se le esperaba. Sin embargo, el saque de Plasil encontró la testa del 'Rifle' para sorprender a Pinto y dar vida en la Liga a los pamploneses.
A partir de entonces, sopor casi total. A los suplentes barcelonistas les costaba acercarse a Ricardo para buscar goles de récord. Lo más noticiable eran las tarjetas vistas por Abidal y Gudjohnsen en las dos primeras faltas cometidas por los barcelonistas, en la primera aparición estelar del infame Rubinos. Y en tónica soporífera se llegó a los últimos instantes de la primera parte, con la ansiedad de Eto'o expresada en un chut forzado que Ricardo envió a córner.
Tras el descanso, más de lo mismo. Ocasiones contadísimas, casi inexistentes, ni siquiera reseñables. A Osasuna, el resultado le iba de perlas. Los barcelonistas, esperando que todo acabara para empezar la fiesta propiamente dicha. Una fiesta que lo debía ser para el jovencísimo Marc Muniesa, a quien Guardiola le dio la alternativa en Primera sustituyendo a Sylvinho. Uno que casi se despide del Camp Nou y otro con todo el futuro por delante, aunque su debut nunca lo olvidará, por lo que explicaremos después.
Tampoco olvidará Eto'o su sustitución. Perdió otra ocasión de aumentar su cuenta de goles y, para postre, escuchó desde el banquillo cómo su archirrival Forlán iba anotando gol tras gol en San Mamés y le superaba en la clasificación del Pichichi. No hubo fiesta personal para el camerunés, quien dobló definitivamente la rodilla en esa lucha: el próximo fin de semana no jugará en A Coruña, por decisión propia.
Y en éstas que apareció el gran aguafiestas de la noche. Faltaban poco más de diez minutos para que el fútbol dejara paso a los festejos cuando el joven Muniesa topó con Antonio Hidalgo. Rubinos no se lo pensó dos veces y mostró al central... ¡la roja directa! El Camp Nou estalló con la injusta decisión del árbitro, mientras Marc se retiraba casi llorando, consolado por un Guardiola que tampoco pudo reprimir sus protestas, lo cual aprovechó el madrileño para echarle también.
El público expresó su indignación por el triste colofón que puso el tal Rubinos. Los pañuelos blancos ondearon en las gradas en señal de protesta, una protesta inesperada provocada por alguien que quiso colarse en la fiesta insultando al anfitrión. Quizá porque el fútbol se había acabado hacía muchos minutos y alguien tenía que dar la nota.
Al final, Osasuna se llevó los puntos que necesitaba (aunque no para salir del descenso), el Barça acabó con el trámite, Eto'o se quedó sin marcar y el árbitro lo emborronó todo, porque en toda fiesta que se precie de serlo, siempre tiene que haber un aguafiestas.
Crónica de www.sport.es
Ficha técnica
FC Barcelona:: Pinto; Víctor Sánchez (Jeffrén, min. 70), Cáceres, Abidal, Sylvinho (Muniesa, min. 50); Hleb, Xavi Torres, Gudjohnsen; Pedro, Eto'o (Keita, min. 60) y Bojan.
At. Osasuna: Ricardo; Azpiliciueta, Miguel Flaño, Cruchaga, Monreal; Puñal, Nekounam, Plasil, Juanfran; Masoud (Hidalgo, min. 66) y Pandiani (Héctor Font, min. 94).
Arbitro: Rubinos Pérez (madrileño). Mostró tarjetas amarillas a los barcelonistas Abidal, Gudjohnsen y Bojan y a los osasunistas Ricardo, Hidalgo, Monreal y Puñal. Roja directa a Muniesa, por falta a Hidalgo (min. 81) y al técnico Pep Guardiola y al recuperador Emili Ricart, por protestar.
Gol: 0-1 (min. 25). Pandiani, rematando un córner sacado por Plasil.
Incidencias: 77.331 espectadores en el Camp Nou, en tarde-noche calurosa. Los jugadores de Osasuna hicieron el pasillo a los del Barça como homenaje por la conquista del título de Liga.
