Dusko Ivanovic tiene por costumbre impedir a los técnicos de sonido, que coloquen el micro durante los tiempos muertos de su equipo. Esto ha sido considerado por algunos de los comentaristas de televisión española,como una afrenta hacía los medios y un enrocamiento indeseable del técnico montenegrino. Que quieren que les diga, yo estoy a favor de Dusko. ¿Desde cuando en el deporte es obligatorio dar pistas al rival? Un tiempo muerto es sagrado. Es el momento en que el técnico exige el máximo de sus jugadores. Es cuando el entrenador saca su faceta psicológica a escena, pudiendo ofrecer una imagen facilmente malentendida. Ivanovic por ejemplo, es un técnico con mucho caracter, histriónico diría yo. Eso es lo que se percibe por sus gestos sobre el parquet. Si además le enchufamos la alcachofa en los time out, ni te cuento. Sin embargo, los que de veras conocen a Ivanovic son sus jugadores, que conviven con él el día a día. Es injusto valorarle por lo que puede hacer o decir en un minuto de charla, con los nervios a flor de piel y jugándote un playoff, vamos digo yo.
Luego está el tema puramente deportivo. En esos tiempos muertos se pleantean jugadas estratégicas o movimientos ensayados durante la semana. ¿Es de recibo que tenga acceso a esa información el técnico rival? Es absurdo. Entiendo que oir al entrenador de turno dando explicaciones a los suyos, pueda ser considerado espectáculo, pero si a cambio, dejamos al descubierto las estrategias de unos y otros, lo que estamos haciendo es destruir la magia de este deporte, eliminar el factor sorpresa y desnaturalizar una forma de entender el baloncesto.
Dusko lo tiene claro. Los micros podrán estar, pero en el quinto partido. Si señor.
